LA VÍCTIMA PUEDE SE CUALQUERA
Los violadores y asaltantes pueden actuar de diversas maneras. Suministrando la esta droga a través de toda clase de bebidas y comidas, acercando un pañuelo a la víctima con la sustancia, ofreciéndole un cigarrillo o entregándole un papel con la sustancia impregnada. Unos minutos después, la víctima verá anulada su voluntad y responderá a lo que le solicite el delincuente.
Al ingresar en el organismo de la víctima, tan sólo hacen falta unos minutos para que la persona se vuelva totalmente vulnerable y con su voluntad anulada.
Debido a las drogas de “sumisión química” los actos delictivos en España están aumentando considerablemente.
la proliferación de las llamadas drogas de club y las facilidades para adquirirlas por internet ha hecho saltar las alarmas de los profesionales sanitarios, que cada semana reciben un goteo de personas susceptibles de haber sido víctimas de la denominada sumisión química. esta semana hemos atendido dos casos: un varón al que robaron y una chica a la que violaron; ambos habían sido drogados sin que se dieran cuenta». Este es el relato de Guillermo Burillo, médico de urgencias, subdirector médico del Área de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias y experto en toxicología de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), quien reconoce que la sumisión química —administración de sustancias psicoactivas con fines delictivos o criminales— no es una leyenda urbana y que «aunque no hay datos ni estadísticas oficiales al respecto, existe la sensación generalizada, entre los profesionales sanitarios, de que el fenómeno va en aumento». ¿Y quiénes son las personas que deberían tener especial cuidado? Pues según el perfil que se ha podido extraer de los casos recogidos, la víctima suele ser una mujer joven —no necesariamente adolescente; sino más bien en torno a la treintena— que acude a un lugar de ocio que, aparentemente, no encierra ningún peligro (una fiesta, una discoteca, un pub, una reunión lúdica...) y acaba despertando en un lugar desconocido con signos evidentes de haber sido agredida sexualmente. No se trata de lesiones físicas porque no opone resistencia, pero sí indicios de haber mantenido relaciones no consentidas. Normalmente, el agresor mezcla esta sustancia, que por su falta de olor y sabor se camufla perfectamente, con una bebida sería necesario formar al personal sanitario para que sea más sensible a este tema, aprenda a reconocer los signos de sospecha, haga una anamnesis (historia clínica) completa a pesar de las dificultades del momento (amnesia, angustia de la víctima...) y recoja las muestras (sangre, orina y, si es necesario, cabello) en las mejores condiciones posibles.
La droga que inhibe la voluntad y borra la memoria de las víctimas del agresor.
La escopolamina, también conocida como burundanga, es una droga con una capacidad casi inmediata de hacer perder el conocimiento a una persona durante varias horas, tiempo suficiente para sufrir cualquier tipo de agresión. esta droga puede ser suministrada a través de toda clase de bebidas y comidas. También es fácilmente suministrable por vía respiratoria, ofreciendo el criminal un cigarrillo contaminado a su víctima. Al ingresar en el organismo de la víctima, tan sólo hacen falta unos minutos para que la persona se vuelva totalmente vulnerable y con su voluntad anulada. De este modo, quien se encuentra bajo los efectos de la escopolamina se vuelve un ser plenamente manipulable y sumiso. Además cuenta con la ventaja de la pérdida de memoria que produce, lo cual deja en la victima unas lagunas mentales que le impiden saber lo que sucedió y, mucho menos, quién fue el que la suministró.
Aunque no hay cifras oficiales, los casos de “sumisión química” empiezan a preocupar en Galicia y causan una gran alarma social.
Aumenta la preocupación en Galicia por el uso de drogas en la bebida que anulan la voluntad de las víctimas para someterlas después a agresiones sexuales Violaciones y agresiones sexuales que quedan impunes. Los cuerpos policiales y las unidades de toxicología se enfrentan a un nuevo tipo de delito en el que las víctimas pierden el control de su voluntad tras haber ingerido drogas que alguien depositó en sus bebidas sin que ellas se diesen cuenta. Es lo que se denomina “sumisión química”. Las agresiones sexuales a jóvenes valiéndose del empleo de estas drogas empiezan a preocupar en ciudades como Madrid, Valencia o Barcelona, pero también en Galicia, donde se estima que muchos de estos casos no se denuncian por falta de pruebas. Aunque no hay cifras oficiales, los casos de “sumisión química” empiezan a preocupar en Galicia y causan una gran alarma social. A finales del año 2007 llegó al Centro de Orientación Familiar de A Coruña una víctima de violación que aseguró no recordar nada. En su caso se verificó que había sido drogada. Según señalaron entonces los responsables del centro, el uso de sustancias que anulan la voluntad está relacionado con grupos procedentes de América Latina, donde esta práctica está mucho más extendida.
OTRO CASO DENUNCIADO EN EL TELEDIARIO.
Una joven violada por haber ingerido involuntariamente una sustancia de “insumisión química”, denuncia su caso en el TELEDIARIO con fin divulgativo para alertar y concienciar a la sociedad para que se tomen las medidas oportunas tanto sanitaria como judicialmente para que este tipo de violaciones no queden impunes.
VÍDEOS TELECINCO
La burundanga, una droga muy peligrosa que provocan la sumisión de la víctima Esta droga suele ponerse en la bebida y el rastro desaparece muy rápidamente
"No sé si me besaron o que hicieron. No sentía ni tenía ningún pensamiento"Una víctima de la burundanga explica que fue robada tras echarle burundanga en la bebida
Burundanga, droga milenaria usada para atacar
VER: DROGAS: Agresiones sexuales y otros delitos.
José Sobrado García
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