Pues bien, un empresario vigués se “asoció” con un Troyano con el objeto de espiar a la competencia a través de Internet para poder ver su correo electrónico y sus cuentas bancarias.
En la empresa denunciante tras analizar los equipos informáticos, se pudo constatar que estos estaban “infectados” por un Troyano que controlaba su actividad.
Los agentes tuvieron conocimiento de los hechos tras la denuncia, hace más de un año, de un empresario gallego en la que explicaba que se había accedido de forma fraudulenta a distintas cuentas de correo electrónico y a varias cuentas bancarias de las que era titular.
El empresario, “socio” del Troyano”, detenido recibía periódicamente informes de la actividad de la competencia.
¡MUCHO OJO CON LOS CORREOS ELECTRÓNICOS!
Este programa espía, o sea el “socio” Troyano, se había instalado de forma automática en el ordenador del denunciante cuando éste abrió un correo electrónico que contenía una supuesta factura de uno de sus proveedores. Desde ese momento, el programa espía comenzó a monitorizar cualquier operación que se efectuara en el citado ordenador y enviaba periódicamente informes al socio “autor” del Troyano.
José Sobrado García
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