El día 9 de julio de 2008 los 74 pasajero del tren Alvia de Asturias a Madrid, se quedaron colgados dentro de un túnel de Pajares casi cuatro horas y la mayoría de ellas sin más luz que la de los teléfonos móviles, pero les pusieron unos autobuses para rematar el trayecto lo que supuso siete horas de retraso sobre el horario previsto.
Pero los infortunios de la ley de Murphy que es testaruda, se cumplen y "Si algo puede salir mal, saldrá mal", y por eso al día siguiente el mismo tren pero en el viaje de retorno sufre otra avería que lo detiene durante dos horas, pero en esta ocasión sin autobuses.
Parece ser que el problema es debido a una caída de tensión en la catenaria, y Murphy sigue entando ahí presente esperando la caída.

José Sobrado García
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