El «número dos» de la Guardia Civil destituido investigaba casos de corrupción en el Cuerpo e intentaba destapar, entre otros asuntos, la supuesta relación con la venta de ropa falsa de un agente, presuntamente implicado en un delito de extorsión.
Al menos un guardia civil asturiano se encuentra imputado por el presunto caso de corrupción dentro de la Benemérita que el comandante Gonzalo Moreno, ex número dos de la Comandancia de Gijón, investigaba antes de ser destituido. El agente presuntamente extorsionaba a dueños de clubes de alterne, exigiendo dinero bajo amenazas de hacer redadas
En un escrito oficial enviado a la Dirección General de la Guardia Civil, el comandante Moreno relaciona directamente su destitución con las investigaciones que desarrollaba sobre esta presunta corrupción -extorsión, cohecho y venta de ropa falsa-.
La viuda de un agente supuestamente implicado «predijo» en agosto la destitución de Moreno. La viuda del agente fallecido fue detenida el pasado 4 de agosto cuando supuestamente vendía ropa de marca falsa en la Feria de Muestras en Gijón.
Según un documento enviado el 19 de octubre por el comandante Gonzalo Moreno al jefe de la Guardia Civil de Asturias, el coronel Alfonso Santos Ferreiro, la mujer, después de ser arrestada, manifestó que «ella había hablado con el teniente coronel y que le dijo que no se preocupara de nada. Y que también había estado hablando con el teniente y que le había dicho (...) que en cuanto acabara con el comandante -Gonzalo Moreno- y con el sargento (su subordinado, se omite su identidad para preservar lo más posible su intimidad), iba a poder vender tranquilamente ropa».
Según el escrito de Moreno, estas manifestaciones las hizo la viuda al supuesto confidente de la Benemérita que fue detenido con ella, supuesto dueño del stand de la Feria. Éste se lo trasladó a un guardia civil del EDOA de la Comandancia de Gijón. Y añadió que «había comentado la viuda que el teniente coronel iba a joder al comandante y al sargento por no dar cuenta a sus superiores». En su escrito al coronel, Moreno califica de «sorprendente» que tanto la mujer como el supuesto confidente «estuviesen al tanto de circunstancias tan sensibles». Si estas declaraciones fueran ciertas, la viuda del agente fallecido conocía ya en agosto la posible intención de destituir al comandante. El cese de éste se materializó a finales de octubre.
Me temo que en la Guardia Civil asturiana hacen falta muchos «cargos de confianza» como el Comandante Gonzalo Moreno Zamora.
José Sobrado García
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