En función de las noticias que nos llegaban del terrible atentado del 11-M, la impresión que teníamos los españoles era de que el gobierno del PP nos estaba ocultando hasta el último momento la autoría de los hechos, en principio atribuible a ETA y hasta momentos antes de las votaciones el ministro Acebes informaba de los hechos por terroristas islamistas. No voy a entrar si ha habido oportunismo o no por parte del PSOE, ni si las sentencias del juicio aclaran o no los hechos. El tiempo espero que ponga las cosas en su sitio y que lo podamos ver.
El día 23 de abril de 2004 y después de ganar las elecciones el PSOE, dirigí un escrito que se publicó en la sección de cartas al director de la prensa regional asturiana, titulado
“El síndrome del Palacio de la Moncloa” exponiendo el paso de los diversos presidentes del gobierno por el mismo y deseando que el Sr. Zapatero evitase ser contagiado por este mal en beneficio propio y por consiguiente de todos los españoles.
Transcurrido el tiempo de la primera legislatura y ahora en la segunda, no puedo manifestar más que mi desencanto por la situación en que se encuentra España social y económicamente y sin visos de un cambio que nos lleve a una situación de mejoría.
Una vez más se confirma que
los políticos son personas que ponen la política a su servicio, a juzgar por los beneficios que consiguen a favor de los partidos y amigos, manipulando el poder judicial, policial, ejercito, instituciones, etc. etc…. y, tristemente siempre ocurre lo mismo y a veces llego a pensar que los españoles, y yo me considero español, que a lo mejor es lo que nos merecemos como gobernantes. Yo a estas alturas de mi vida, habiendo vivido toda una dictadura y la etapa “seudo democrática” actual me considero partícipe de la lamentable herencia que dejamos a nuestros hijos y nietos.
Nuestros jóvenes, según las estadísticas de participación en la elecciones, “pasan” tranquilamente de los políticos y yo me resisto a seguir este camino que no conduce a una situación de bienestar y futuro, y si no somos los ciudadanos de a pie, los votantes y los militantes de base de los partidos políticos los que obliguemos a nuestros “vividores y profesionalizados” políticos a un cambio, no lo va a hacer nadie. Seguro.
Preveo que de aquí a final de la legislatura posiblemente se presentaran movilizaciones ciudadanas porque la situación de crisis, económica y paro galopante, el presidente y su equipo no la va a poder disimular por más tiempo por más representaciones teatrales de “ministr@s” intentando distraer el verdadero problema.
sobrado.esmiweb.com
José Sobrado García