Primero dice el presidente del Gobierno que es falso que él y su partido sean corruptos. Pero después va y dice que todo es falso “salvo alguna cosa” que es cierta. Como él no ha demostrado qué es falso, veamos qué es cierto para saber lo que no lo es.
Es cierto que la ministra de Sanidad, Ana Mato, recibió cuantiosos regalos de la trama Gürtel aunque ella dice que fue cosa de su ex marido, Jesús Sepúlveda. Es cierto que Ana Mato seguía compartiendo bienes con él cuando recibió estos regalos. Es cierto que el Partido Popular ha puesto la mano en el fuego por ella como la pusieron por Luis Bárcenas y es cierto que Sepúlveda sigue siendo miembro del partido aunque está imputado en la trama Gürtel. Es cierto que Luis Bárcenas ha conservado coche y papeles en la sede del PP cuando estaba imputado en la misma trama. Es cierto que fue tesorero del PP durante 20 años. Es cierto que le nombró Mariano Rajoy. Es cierto que varios miembros del Partido Popular, entre ellos el presidente del Senado, confirman algunos de los datos aparecidos en los presuntos papeles de cobros ilegales. Es cierto que varios informes grafológicos confirman que la letra de los papeles pertenece al ex tesorero del partido. Es cierto que ese individuo evadió 22 millones a Suiza cuando estaba en el cargo. Es cierto que el Partido Popular ha vetado una comisión de investigación sobre este asunto en el Congreso de los Diputados. Es cierto que el presidente prometió presentar sus cuentas y aún no lo ha hecho. Es cierto que su partido ha amenazado con querellarse contra todos los que publiquen esta información que dicen que es falsa pero aún no lo han hecho. Es cierto que el PP dice que no tiene nada que ocultar pero no muestran ninguna prueba de que dicen la verdad. Y es cierto que el presidente dice que tenemos que creerle pero él no cree necesario someterse las preguntas de los periodistas.
Todo esto es cierto. Sin salvedades. No es cierta solo “alguna cosa”, señor presidente. Son ciertas muchas cosas. Muchísimas. Tantas que parece que todo es cierto salvo alguna cosa que aún no sabemos si es cierta o no lo es.
Salvo alguna cosa, es cierto que no se salva de la podredumbre ningún partido en el poder, de Andalucía a Cataluña, de Valencia a Galicia, del PSOE al PP y de Convergencia a Unió. Salvo alguna cosa, es cierto que no se salva ninguna institución de la Banca a la Justicia, de la empresa a la monarquía, del deporte al periodismo, de la policía a una parte de la ciudadanía que roba como el político al que acusa de ladrón pero al que probablemente vota… Es cierto que parece que no se salva nadie. Pero hay una salvedad. Una salvedad más importante que la regla. Hay muchos, muchísimos ciudadanos, que se salvan. Gente que dice verdades y que luchan por romper la regla de la falsedad. Como Ada Colau, representante de la plataforma contra los desahucios, que esta semana ha dicho verdades en nombre de muchos en la casa que debería ser de todos: el Parlamento. Estas personas nos salvan.
VER: POLÍTICA: La denuncia silenciosa (7)
José Sobrado García
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