LAS INSOLENTES ACUSACIONES DE LA CONSEJERA DE CULTURA.
El Ferreiro interpondrá una querella. Naveiras denuncia a la consejera de Cultura por presuntas injurias y calumnias tras la intervención de ésta ante la Junta General. Mercedes Alvarez le acusó de duplicar pagos y vender piezas del museo grandalés, entre otras lindezas.
Pepe el Ferreiro tiene toda la documentación que demuestra su inocencia ante las graves acusaciones hechas por la Consejera de Cultura, Mercedes Álvarez.
Por cierto y para situarnos ante esta nueva cacicada, Mercedes Álvarez, es la cuñada del propietario “legal” de Ídola Media, aunque en realidad es su marido Sergio, el que está a cargo de la empresa como lo prueba la presencia en numerosas reuniones de AEPAPA, de la que es secretario en representación de Ídola Media que es una de las empresas adjudicatarias del contrato de producción de noticias para la TPA por un importe de 139.000 € (más de 23 millones de pesetas).
O sea, de risa si no fuese porque los sueldos, ¡y qué sueldos..! salen de nuestros bolsillos.
Digo que la justicia "esperemos aclare", porque todavía no ha resuelto el caso, después de tres años, del editor de elcomentario.tv que en el mes de mayo de 2007 fue agredido, mientras cubría una información en la sede del Partido Comunista de Asturias, por los socios del gobierno Izquierda Unida y cuyo consejero de justicia era de esta coalición.
La Nueva España publica las respuestas a las graves acusaciones hechas por la consejera de cultura Mercedes Álvarez y que hoy a las 14:00 horas en rueda de prensa elcomentario.tv emitirá en directo mediante el sistema de televisión usado habitualmente:
1. Cultura acusa. Descontrol del manejo de fondos (ingresos por entradas y venta de bienes muebles).
Pepe responde. El importe de las entradas lo guardaba Antonio Álvarez, empleado del museo, en una caja en su despacho antes de su ingreso en la cuenta bancaria del museo. Sólo en una ocasión se vendió un equipo de mallar -el museo tiene varios- al precio al que se había comprado y la operación se comunicó por escrito al director general de Patrimonio.
2. Cultura acusa. Duplicidad de pagos y negativa a los requerimientos de la Agencia Tributaria y de la Sindicatura de Cuentas.
Pepe responde. La duplicidad de pagos ocurrió en una ocasión en una factura de unos 100 euros, que la empresa proveedora reingresó una vez detectado el error. Lo que se refiere a la contabilidad, seguridad, gestión administrativa y tributación de cuentas, son responsabilidad del consorcio que gestiona el museo, presidido por la consejera de Cultura.
3. Cultura acusa. Contratos laborales a dos miembros de su familia: su esposa y su nuera.
Pepe responde. Dichos contratos nunca fueron realizados por Pepe el Ferreiro, sino por los responsables de la Consejería de Cultura. Los últimos, del año 2004, están firmados por Carlos Madera, entonces director general.
4. Cultura acusa. Comercialización de productos elaborados en el museo.
Pepe responde. En el museo se elaboran diferentes productos siguiendo la tradición de las caserías rurales. No se comercializan.
5. Cultura acusa. Realización de obras nunca autorizadas para una vivienda en el interior del museo.
Pepe responde. La posibilidad se barajó en la época del consejero Javier Fernández Vallina para acoger a investigadores y estudiosos. Más tarde se desechó la idea.
6. Cultura acusa. Obstrucción a la realización de un inventario de bienes.
Pepe responde. La empresa SM Arqueo, encargada por Cultura de esa tarea, reconoció que había encontrado en el director del museo total colaboración, pero no llegó a realizar el trabajo porque exigía un mayor presupuesto.
MÁS NOTICIAS:
Cultura impide a Pepe el Ferreiro retirar del museo sus libros, libretas y nóminas. El Principado considera que los volúmenes pertenecen a la biblioteca y el resto es documentación administrativa.
Se trata de un museo etnográfico vivo en el que se reproducen distintos ambientes rurales y en el que hay nueces, barricas de vino, pan recién hecho, productos de la matanza, lino... y muchos otros ejemplos con los que se trata de documentar el modo de hacer de las comunidades rurales. En muchos museos etnográficos europeos los productos no sólo se cultivan y se recogen, también se venden o se consumen allí mismo. Son parte de un recurso para mantener la producción y los modos antiguos de trabajar. El visitante suele agradecer esta actividad y lo demuestra adquiriendo alguno de los productos allí elaborados.
José Sobrado García
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