En una comida organizada por la titular de Sanidad, Leire Pajín, con el objeto de que los invitados conociesen su Gabinete, una senadora del PP le pregunta inocentemente sobre el nombramiento de una amiga, auxiliar administrativo, como delegada del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas y a tenor de la respuesta de la ministra ("La ministra puede nombrar a quien le salga de los cojones") se percibe que la pregunta le ha tocado la fibra sensible. A estas alturas de mi existencia ya casi nada me impresiona y en temas de sanidad y debido a los avances de la cirugía ya me lo creo casi todo y en lo referente a los cambios de sexo ya podemos observar que es una práctica habitual.
Perdón ante mi desconcierto señor/a ministro/a, lo que no ha aclarado suficientemente es que la “amiga personal” que va a desempeñar el cargo y que usted dice que “sabe muchísimo sobre drogas”; me figuro que en su currículo (con perdón), especificaría si ese conocimiento era teórico o práctico, ya que considero que es un matiz importante, y digo esto, porque en la zona donde yo vivo hay un inope llamado Snif, que además del vino peleón y el tabaco, tiene gran experiencia práctica en toda la gama de sustancias psicotrópicas, tanto naturales como de diseño, y me gustaría informarle para que valore su situación y no pierda la esperanza y si es posible de un giro a su paupérrima vida.
Según un comensal allí presente, tras varias preguntas sin demasiada importancia, una senadora del PP preguntó a Pajín por el nombramiento como delegada del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas de Nuria Espí de Navas, amiga personal de la ministra. “Quien hizo la pregunta estaba cuestionando el nombramiento porque esa mujer es auxiliar administrativa y no funcionaria, con lo que podría tratarse de un nombramiento irregular. Y es que para ser director general o un cargo de rango similar hay que ser funcionaria de capacidad A o B”, explica el citado comensal. La pregunta no gustó a Pajín, que soltó tranquilamente: “Sólo faltaría que la ministra no pueda nombrar a quien le salga de los cojones”. Después, la conversación entre Pajín y los diputados y senadores fue por otros derroteros, sin ningún tipo de tensión. Eso sí, siempre según la versión del comensal, la ministra tuvo tiempo de justificar el nombramiento de Espí basándose en que es su “amiga personal” y a que “sabe muchísimo sobre drogas”.
La ministra de sanidad, Leire Pajin, es una persona que nos deleita con su verbo fluido, distinguido, exuberante y armonioso que nos deja maravillados cuando valoramos su clarividencia. He aquí una de sus intervenciones (no quirúrgica).
La frase que Pajín pronunció en la comida narrada es llamativa, pero no tanto como otra que pronunció el 3 de junio de 2009 y que difícilmente se puede olvidar: “Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico, la presidencia de Obama en EE UU y Zapatero presidiendo la UE”. Fue una exageración, sí, pero al menos no incluía ninguna palabra malsonante.
VER: SANIDAD: La ministra y su pulsera milagrosa
José Sobrado García
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