La institución nació hace 123 años y desde entonces ha realizado un labor callada, silenciosa y encomiable en favor de aquellos que carecen de lo más básico. El pasado año repartió 100.000 comidas entre quienes carecen de recursos
La madre superiora de las Hermanas de la Caridad de San Vicente Paul, María Blanca Argote, ha dedicado a la Cocina Económica de Oviedo los últimos nueve años de su vida, años «repletos de acontecimientos bonitos y significativos». El último fue la entrega de la medalla de oro de Oviedo, que tuvo lugar ayer en la plaza de Trascorrales. El alcalde Gabino de Lorenzo invitó a fabada y paella y expresó el agradecimiento de la ciudad a «la labor callada, silenciosa y encomiable» de la institución benéfica. Argote se refirió a ella como «una obra que contribuye a que nuestro mundo sea un poquito más solidario» y «nos permite practicar un estilo de vida que nos da alegría».
«Hay muchas maneras de saciar las hambres de las personas», había reflexionado previamente, haciendo ver que «el menú que se reparte en la Cocina Económica no es sólo el que sale en las perolas», también incluye, según el Alcalde, «cariño y acogida».
Argote dedicó la distinción a quienes acuden a la Cocina Económica en busca de un plato de comida, unos 300 comensales al día. «Con ellos y en breve celebraremos este homenaje y el menú será especial», prometió
VER: OVIEDO: La Cocina Económica (5)
José Sobrado García