Conferencia de la ponente María Ángeles Maestro Martín, médico-político (IU) en el debate sobre la Sanidad Privada y el modelo ALZIRA, similar a los que hay en Madrid, por ser la primera localidad valenciana donde privatizó la gestión hospitalaria.
Aquí la intervención de la ponente M. Angeles Maestro
Otro Vídeo del programa “El Intermedio” del Gran Wyoming sobre ALZIRA.
Refiriéndome a Asturias que es donde vivo, actualmente gobernada por el PSOE+UPyD, he publicado varios post sobre la sanidad y uno de los últimos es “ LA SALUD ES UN DERECHO NO UN NEGOCIO”
Como todos sabéis, la empresa CAPIO gestiona la privatización de la Sanidad generalmente en Comunidades del PP. En esta empresa, existen noticias donde se dice están Rodrigo Rato, Ignacio del Hierro (marido de Cospedal) y otros.
Gestión privada como paso previo a la privatización total del modelo. Sanidad pública, educación pública y servicios sociales hace tiempo que se han convertido en negocios privados al alza.
En el caso de la sanidad, con el País Valenciano y Madrid como grandes paradigmas. Un pomposo discurso que vende las bondades del “modelo de colaboración público-privado”, en el que supuestamente las empresas privadas ofrecen una mejor gestión, mayor eficiencia económica, y el Estado continúa teóricamente garantizando las mismos prestaciones y los mismos servicios que en la sanidad pública, envuelve una ofensiva que aspira a un cambio radical de modelo, que tiene a Estados Unidos (atención sanitaria al ciudadano en función de su renta, lo que deja a mucha gente fuera del sistema) como gran referente. Diferentes gobiernos autonómicos, sobre todo del PP, se aplican a materializar este cambio de paradigma.
El País Valenciano constituye un buen observatorio de este proceso. En el año 1997 se abre la veda (en 1995 el PP accede al gobierno en el País Valenciano, de la mano de Eduardo Zaplana).
De manera progresiva, y partiendo de una estrategia premeditada (que públicamente nunca se reconoce), comienza la privatización de determinados servicios públicos (limpieza, cocinas hospitalarias y ambulancias, entre otros) en los centros sanitarios. También se ponen en manos del sector privado las resonancias magnéticas de los hospitales públicos, pese a los informes que acreditaban que el servicio público tenía un coste menor. En 2000 tiene lugar el segundo gran hito: se pone en marcha el Hospital de la Ribera (en el municipio de Alzira), que representa el primer gran ejemplo de privatización de la sanidad pública en el País Valenciano.
El modelo Alzira: Hospitales públicos de gestión privada.
La Administración pública otorga una concesión mediante concurso, 15 años en el caso del Hospital de la Ribera, a una empresa privada (Ribera Salud) que se compromete a la construcción del centro hospitalario, ponerlo en marcha y gestionarlo.
No hay ninguna prueba de que la privatización resulte más barata que la sanidad pública
El gobierno autonómico paga a la empresa por los costes de estos conceptos. Así, sólo por la gestión sanitaria del Hospital de la Ribera, la Conselleria de Sanitat ha de abonar en 2012 cerca de 640 euros por habitante y año. Pero la clave radica en un modo de financiación paralela, sobre el que muy poco se sabe, y que permite a la empresa concesionaria incrementar los ingresos e intentar asegurarse la rentabilidad del negocio: la derivación de pacientes. Ciudadanos (en listas de espera o que requieren pruebas de diagnóstico) adscritos a centros hospitalarios de otras comarcas (por ejemplo, de Alcoi o Gandía) son derivados al Hospital de la Ribera, para que, gracias al dinero público (que siempre paga la atención a los pacientes en este modelo), cuadren los números.
El modelo Alzira representa uno de los grandes buques insignias del PP valenciano, es decir, una apuesta política de gran calado que ha de salir bien al precio que sea.
Por eso el gobierno valenciano rescató la concesión del hospital y, en 2002, sacó un segundo concurso para que la iniciativa de Ribera Salud fuera rentable. A la empresa se le concedió en concurso la posibilidad de prestar la atención primaria, lo que le permitía controlar el gasto en todo el proceso asistencial, aumentar su volumen de negocio y sanear sus cuentas (en el primer concurso sólo se le adjudicó la atención especializada).
Si privatizar empresas públicas es un robo, privatizar servicios públicos, como la sanidad, es un crimen, es deteriorar la calidad de la atención sanitaria para obtener beneficios.
Los hospitales del modelo Alzira, realizan muchas más intervenciones quirúrgicas de dudosa indicación que los Hospitales públicos, por ser las más rentables, según se explica con claridad en el vídeo de María Ángeles Maestro Martín.
Cuando la gestión del hospital pasa a manos privadas, la prioridad es la rentabilidad y no la salud. En este sentido Elizabeth Janet realizó una tesis doctoral en Barcelona en la que deduce que las intervenciones de "dudosa indicación" son de tres a cuatro veces más frecuentes en los hospitales privados (con ánimo de lucro) que en los hospitales públicos. Y esta conclusión se pudo constatar ya que en el laboratorio, los análisis posteriores a la intervención, demostraban que tales intervenciones no habían sido necesarias.
De la dictadura franquista, que por cierto me ha tocado vivirla de principio a fin, nos quedaron dos cosas buenas, LA SANIDAD Y LAS PENSIONES, y que la actual democracia partitocrática se las está cargando.
VER: SANIDAD: PSOE asturiano provoca la huelga sanitaria
José Sobrado García
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