Comienza por citar el problema que nos puede costar a los ovetenses más de 63 millones de EUROS (en pesetas, la de Dios) llamado Villa Magdalena, para continuar por otros también importantes para nuestro peculio como la expropiación del conjunto medieval de Olloniego que en 1996 fue tasado en 6,6 millones de Euros y que aún está pendiente de una nueva tasación; tampoco se olvida de la venta de la Parcela del Vasco a precio de TODO A CIEN, por la irrisoria cantidad de 6 millones de Euros sin contar los gastos “invertidos” en la retahíla de ocurrentes proyectos inicialmente como nuevo palacio municipal y al final como torres de Calatrava. Aunque menciona el nuevo campo de fútbol germanófilo, debido al modo de financiación que se prolongará hasta el 2011 y que este año los ovetenses tenemos que poner el huevo con 7,2 millones de euros y que ha servido para regalar los terrenos del antiguo campo de fútbol para hacer el Palacio de Congresos que no nos ha “costado nada” y que será de nuestra propiedad dentro de no se cuantos años; no son desdeñables las sentencias que nos están cayendo con la nueva modalidad de aumentar la plantilla municipal o indemnizar a los trabajadores de las empresas que se han hecho cargo de la privatización de los servicios municipales, aproximadamente unos 26 Servicios privatizados, algunos hasta 50 años, o sea casi todos excepto la alcaldía.
Y de la gestión privatizada de la recaudación municipal que la empresa titular hasta hace unos días, a la que le pagamos por sus servicios en 2008 seis millones de euros a cambio de dejar “Pendientes de cobro” 50 millones de euros de los cuales algunos que otros no se cobraran después de 18 años, pero ahora ya tenemos otra nueva empresa que en principio sólo admite el cobro de nuestros impuestos y multas con dinero contante y sonante porque es alérgica a las tarjetas de crédito.
¡Ah!, y de Cinturón Verde, la empresa de propiedad municipal (la sustituta de la célebre Gesuosa sobre la que se vertieron ríos de tinta y que el alcalde disolvió porque le oprimía como una losa), que se ha encargado de construir aparcamientos para residentes, unos 6.000 y al día de hoy aproximadamente 3.000 aún no los ha vendido, pero eso sí, arrastra una deuda de más de 43 millones de euros, que nos cuesta cada año más de 2 millones en intereses bancarios.
Pero sin embargo la concejala y no “miembra” no habla del costo de ese “palacio” de la hípica quizás porque está un poco lejos, algo deteriorado y la actividad del mismo pasa desapercibida; tampoco lo hace de la indemnización por el asunto de la concesión de la licencia y posterior anulación de la Gasolinera de Pumarín, entre otros.
José Sobrado García
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